Muchas veces al negociar precios de distintos productos financieros o de inversión con los directores o gestores bancarios, al comentarles que tal o cual entidad me ofrece mejores condiciones, me encuentro con la siguiente respuesta: “si, pero nosotros te damos mejor servicio”. Dicho así la verdad es que suena bien y hasta nos lo podemos llegar a creer, pero claro, realmente nos paramos a valorar el servicio recibido del banco y analizamos los elementos que pueden indicarnos la “calidad” del mismo.
Se me ocurre que una primera manera de saber si el servicio que recibimos es de calidad, estriba en comprobar si el banco respeta los acuerdos entablados en la negociación, si las condiciones pactadas de antemano se llegan a cumplir posteriormente.