Mario Cantalapiedra – Economista
Las entidades que se dedican a analizar la información contable de una empresa, como pueden ser los bancos o las empresas que realizan informes comerciales, suelen establecer una serie de controles sobre los estados contables o financieros (balance, cuentas de pérdidas y ganancias, y memoria, fundamentalmente) para comprobar que no contienen errores que hagan dudar de su veracidad.
Voy a comentaros algunos de los controles que se me ocurre pueden llegar a realizar, que no serán los únicos pero si habituales, como, por ejemplo, los siguientes:
- El capital social de la empresa se ha suscrito y desembolsado en las condiciones exigidas legalmente.
- La cuantía y la evolución de las reservas concuerdan con las dotaciones a lo largo de los ejercicios, respetando los mínimos legales establecidos y las disposiciones estatutarias, que en su caso, existan en la empresa.
- Los almacenes iniciales de un ejercicio se corresponden con los finales del período anterior, y su evolución se relaciona con la seguida por la actividad. Los controles sobre los almacenes, básicamente tratan de comprobar que éstos no se encuentran sobrevalorados.
- Las dotaciones a las amortizaciones y provisiones, así como su evolución, son adecuadas en cada uno de los ejercicios, y con respecto a los elementos sobre los que se dotan. En este tipo de controles suele cobrar especial importancia el estudio del cash-flow en su vertiente estática, definido como la suma del beneficio neto más las amortizaciones y provisiones dotadas en el ejercicio. Esta magnitud refleja una aproximación a los recursos generados, eliminando el posible efecto maquillaje contable de los resultados a través de la dotación de unas amortizaciones o provisiones determinadas.
- Las variaciones producidas por los elementos del activo no corriente (altas, bajas, revalorizaciones) son explicadas con claridad. En este caso, se busca comprobar que la empresa no sobrevalora su activo no corriente.
- Dentro del entorno de análisis bancario, en concreto, se comprueba que las deudas con las propias entidades de crédito, reflejadas en el pasivo del balance, se aproximan a los datos proporcionados por la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE).
- Existe correlación entre gastos financieros y volumen de endeudamiento.
- La evolución del IVA repercutido y soportado presentan coherencia con la actividad de la empresa y la estacionalidad, en su caso, del producto o servicio ofertado.
- Los plazos medios de cobro y pago son los habituales del sector.
- La cuantía y motivo de los gastos de carácter excepcional contabilizados. En esta rúbrica recordemos que se pueden incluir gastos originados por multas o sanciones, inundaciones, robos, etcétera.
- Se cumple el requisito de presentar auditoría cuando la empresa venga obligada a ello. En este caso, el analista estudiará comentarios y salvedades realizados por los auditores. Sobre este último punto comentar que para un analista siempre dará mayor seguridad una información contable auditada, de tal modo que para las empresas que no presentan informe de auditoría se analizarán otros elementos de control complementarios, fundamentalmente el Impuesto sobre Sociedades.